¡que ingenua! (por no decir boluda)

Con esta frase me caracterizan en varios episodios de la vida cotidiana poca de las personas que se hacen llamar amigos.
Y si...
Y si diría mi amigo Jose María Listorti.

Y NO digo yo. Juro que no es ingenuidad, es tratar de verle la otra cara a la moneda.
Estoy por colapsar, ya sea por la información que retengo en mi cerebelo desde hace un par de días y no logro comprender ya que me sorprende, me saca de mis casillas, y me sigo machacando pensando en que no puede ser del TODO verdad. Y digo del todo, porque ni bien lo supe no creía NADA. Capas por la ingenuidad puede ser, o capas por no ver lo que tenia adelante de mis ojos y todo el mundo constantemente remarcaba.
No voy a publicar por aca lo que me entere, porque es evidente que en un medio así salga a la luz PEOR de lo que se esperaba, a lo único que voy a hacer referencia es a que considero que recibí mucha información considerando mis límites para los que fui hecha, y que por un par de días más voy a seguir carcomiendome la cabeza pensando en cómo alguien que tengo tan cerca y que creía que conocía por lo menos un poco, puede ser nada ni similiar a lo que yo imaginaba, tanto como para terminar dándole la razón a el resto de la gente y comprobar que toda hipótesis mia es falsa.
La verdad, colapso.


à bientôt!